No lo puedo evitar. 24 horas al día tengo música en la cabeza. El otro día en el curro estaba tarareando una melodía que me vino a la cabeza desde muy lejos. Desde 1995 para ser exactos, y es la BSO de... Killer Instinct.
Ni corto ni perezoso al llegar a casa me puse a buscarla por la red y no tardé mucho en encontrarla.
Es la primera BSO de videojuego de la que recuerdo una edición en Compact Disc, me la pasó un compañero del colegio que también había flipado con ella.
Aunque al final se trata de música de relleno para un juego de lucha en el que Nintendo puso mucha pasta, el combo consecutivo que suponen las pistas 3, 4, 5 y 6 me parecen canciones redondas, con un acabado y producción superior a la media de la época (recordemos que eran los tiempos del Maquina Total y el Bolero Mix) y con muy buenas ideas que no han envejecido tan mal como uno pudiera pensar.
También es verdad que yo tenía 13 años y acababa de empezar a escuchar música electrónica digamos Underground, que comprendía por entonces cualquier cosa que no fu era el marketizado y promocionado Bakalao patrio. Pero aún así, es algo que merece ser escuchado de nuevo, al menos por los temas mencionados.
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